Arquitectos y diseñadores tienen como función diseñar y organizar espacios internos y externos, según criterios de estética, confort y funcionalidad. Quien sigue esta profesión tiene como objetivo ocupar los espacios disponibles, teniendo en cuenta la disposición de los objetos, la incidencia de luz y la ventilación.
Por lo cual, hacen proyectos y coordinan la construcción o la reforma de viviendas y edificios residenciales o comerciales, trabajando de la mano con ingenieros.
Los arquitectos tienen rutinas bien definidas: seleccionar proveedores, los materiales y servicios que se ajustan con la armonía de su diseño, tanto funcional como estético.
El perfil del cliente suele ser exigente y conocedor de las últimas tendencias por tener acceso a la información más moderna, tanto aquí como en el extranjero. A veces, entra en conflicto las opiniones de los profesionales sobre la base de su experiencia y sensibilidad. Por lo tanto, el arquitecto o diseñador logra las expectativas y necesidades de los clientes con el fin de ofrecer un proyecto funcional y eficaz que incluya varios aspectos.
Ya con esta rutina bien dirigida, a pesar de las sorpresas de funciones inherentes, el arquitecto o diseñador se enfrentará a pedidos de clientes para los que tal vez no se encuentre preparado (a).
“Me gustaría automatizar mi casa”, “Me gustaría tener sonido ambiental en la sala y terraza”, “Me gustaría hacer un cine en casa con un proyector de 120 pulgadas para ver Netflix”, “Me gustaría tener wifi en toda mi casa”, “Me gustaría tener cámaras de seguridad”.
Esta solicitud se refiere a una serie de consideraciones que a menudo son nuevas en el profesional. En la cual, al principio piensa en colocar una cámara en la fachada y punto, o simplemente apagar las luces de la sala con un dimmer local tipo perilla. Los mismos, hacen consultas al ingeniero eléctrico que siempre ayuda en las obras, o a los propios electricistas que están poniendo los cables e instalando los interruptores automáticos. Ellos, a su vez, cuentan con una amplia experiencia en instalaciones eléctricas, pero no son conscientes de los detalles de este nuevo beneficio de la AUTOMATIZACIÓN.
Lo que hemos visto últimamente en el perfil del cliente que adquiere una casa o departamento de un modelo más sofisticado con mejor acabado, es que también utiliza la tecnología más reciente, ya sea integrada en su auto, en su oficina o en su casa.
Por lo tanto, el arquitecto o diseñador es la primera fuente a la cual el cliente finalmente acudirá ya que, en teoría, son los más actualizados con las últimas tendencias de acabados tecnológicos residenciales o corporativos.
Sin embargo, es muy importante que el arquitecto o diseñador tenga los conceptos claros sobre la información básica de todos estos sistemas inteligentes y que así le permita desenvolverse cuando el cliente nos realice consultas de los temas mencionados anteriormente.
Nosotros, como Smart House Perú, brindamos toda la asesoría necesaria para integrar estos sistemas inteligentes en las residencias, coordinando planos, detalles, alturas, medidas de los muebles que alojarán algún equipo o racks centralizados. Es muy importante que el arquitecto o diseñador entienda el lenguaje básico de los sistemas de AUTOMATIZACIÓN para poder tener un proyecto más exitoso.
A partir de ese momento, el arquitecto o diseñador ya no es alguien que espera la petición del cliente sobre estos beneficios porque al contar con la asesoría necesaria se convertirá en el consejero de las últimas tendencias del mercado en temas de tecnología residencial. En ese instante, la PERCEPCIÓN del cliente final cambiará rotundamente. Recuerden que el cliente tendrá más confianza en el profesional que sabe más y sea convincente.
No esperemos más y empecemos a proponer sistemas inteligentes en las obras. No queremos que la casa inaugurada tenga un invitado que le diga a su cliente: YO EN MI CASA TENGO TODO SMART, MI ARQUITECTO ME LO PROPUSO Y ME PARECIÓ GENIAL Y EL TUYO, ¿NO TE DIJO NADA?
SMART HOUSE PERÚ